Un delirio
Un británico llamado Richard Dawkins, famoso por sus ideas ateístas y libros
como “Dios es un delirio”, finalmente ejerció el verdadero raciocinio científico
sobre el tema. En un debate con el arzobispo de Canterbury, Dr. Rowan Williams,
en la universidad de Oxford, admitió que no puede tener la certeza de que Dios
no existe. Mencionó el famoso “espectro de 7 puntos de la escala teísta”, donde
1 seria la certeza completa que Dios existe, y 7, la completa certeza de que el
no existe. Dawkins dijo que su posición en la tabla seria 6,9. (en el mismo
debate, aun paso por una situación vergonzosa. Después de afirmar que muchos
cristianos no saben el nombre del primer libro de la Biblia, no pudo, preguntado
por Willians, decir el nombre completo de “La origen de las especies”, de
Darwin.)
En las palabras del ex ateo, ahora
gnóstico, Dawkins, “Ningún científico podría saber con convicción absoluta que
cualquier cosa no exista, sea Dios o otra cosa”. Esto es raciocinio científico.
Y, por esta, gana más respecto, por lo menos de mi parte. La verdadera ciencia
no puede negar lo que no puede comprobar. Siempre existe espacio para nuevas
investigaciones.
Entretanto, por lo menos una cosa
tenemos que concordar con el libro de Dawkins: “Dios un delirio”. Pues, ¿qué
otra explicación puede haber para lo que El hizo y haz por el ser humano?
Alguien que deja su gloria para encarnar, yendo para el encuentro de quien lo
rechazaba. Para sufrir, en una escala de 1 a 7, el nivel 8 o arriba. Entregar su
propia vida por quien lo mató. Estar presente todos los días, sin nunca
descansar. La origen de tanto amor es única, el corazón de Dios. Amor que no se
puede medir en una escala, es infinito.
De 1 a 7, Dawkins dice estar en 6,9. Allí
estábamos nosotros, antes que recibimos el regalo de la fe. Pero y el 0,1, que parece tan
poquito para el ser humano, se oculta este infinito y incomparable amor. Quiere
decir, no se oculta, se hace real en el rostro y nombre de
Jesucristo.
Esto cambia todo. Comenzando por nos
enseñar que no somos solamente una especie con origen. Somos hijos con un origen
especial, que usa la razón e inteligencia al máximo alcanzable, entretanto, sin
miedo, mantiene la fe con la esencia del vivir.
Un delirio, sin dudas, para la mente
solitaria. Pero algo lógico, clarito y seguro cuando esta acompañada por el
corazón.
Capellán de la
ULBRA, Pastor de la Congregación ‘San Pablo’
Canoas,
Brasil
Traducción:
Rev. Walter T.Ries
Jr.
Misionero Luterano en La Republica
Dominicana
Comentários