Entregar su vida
Mirando un documental en televisión,
conocí un poco la historia de Peter Norman. Un hombre blanco, australiano, que
en las olimpiadas de 1968, que se solidarizo con dos estadunidenses negros,
Tommie Smith y John Carlos, en la ensena historia que hicieron juntos la famosa
gesticulación conocida como Black
Power – mano derecha arriba y puño cerrado. Después de esto, no
solamente Smith y Carlos sufrieron ataques en su país, como también Norman
sufrió lo mismo en Australia. Sus carreras en el atletismo fueron perjudicadas
para siempre. En dado momento durante el documental, uno de los estadunidenses
dice apuntando para Norman: “¡Hombre, yo daría mi vida por este hombre. Enserio!
Ahora mismo, se él necesitara.”
Un gesto muy noble para el punto de
vista humano, no hay duda.
Pero, ¿y se Peter Norman no fuera un
hombre bueno? Y ¿Si en verdad se descubriera después que el fue una mala
persona? (lo que no fue)
Por una persona considerada buena,
probable la gente se animara a sufrir. Pero, y ¿por alguien malo? Creo que se
complica, ¿No?
Este ejemplo nos enseña la grandeza
del amor de Dios en Cristo Jesús, que entrego su vida cuando estábamos en la
situación de sus enemigos. Estábamos lejos, alejados, no éramos buenos para
nada. Ahora por medio de la fe, estamos cerca, perdonados. Somos amigos. Pero,
más que esto, somos hijos de Dios por medio de esta fe (Libro de la Biblia,
Romanos, capitulo 5). Esto es más que solidaridad o un gesto noble. Es amor
profundo, reconstrucción, vida.
Cuando nos sentimos abatidos,
cansados, en la duda si alguien está de nuestro lado, podemos recordar: se
cuando éramos enemigos de Dios El nos amó, imaginen ahora que somos amigos
íntimos, cercanos, hijos del Padre. Podemos seguir corriendo nuestra corrida,
seguros del resultado final, y seguros del coraje y consideración de Aquel que
entregó su vida por Peter Norman, por los Blacks, por los Whites, por todos nosotros.
Y que es el Power de impulsión para nuestros
pensamientos, gesticulaciones y acciones.
Capellán del
Campus, Pastor de la Congregación ‘San Pablo’
Canoas,
Brasil
Traducción:
Rev. Walter T.Ries
Jr.
Misionero Luterano en La Republica
Dominicana
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