Espumadera


La esposa fritaba croquetas de arroz en la cocina. Pero no sólo eso, pensaba también en como estaba difícil la situación con el hijo adolescente. Preparaba las papas para la fritura en otra palangana y no conseguía olvidar aquella compañera maldosa del empleo. Mantenía un ojo en el arroz y el otro en la carne, pero sin dejar de mirar hacia el futuro financiero, que parecía no ser provisor para la familia.

“¿Que haré ahora? Era su pensamiento constante. Mirando a su frente la paila caliente, sintiéndose como aquellas croquetas. O como aquellas papas crudas, casi a enfrentar el calor del aceite.

El marido entro en la cocina y hablando, escuchó las lamentaciones de la esposa. Con paciencia, comprendió la angustia de ella. Y le sorprendió la repetición, por tres o cuatro veces, la frase: “¿Que haré ahora?”

Después de un rato, ofreció ayuda y se acercó al fogón. Entonces, alcanzó la mano para sacar las croquetas de la paila. Llevó una tapa en la mano y escuchó la represión:
‘¿estás loco? Si hacer eso quemarás tus dedos!”

- ¿Como haré entonces? Pregúntale.
(Paréntesis: Maridos son medio tontos, confeso, para cuestiones de cocina, pero esto ya era demasiado. Seguro que estaba confabulando algo. Y tenía.)
Ella se recordó:
- ¡Usted necesita usar la espumadera!
El hombre tomó el objeto, retiró las croquetas y, entonces, dijo;
- Mi amor, es eso que vos estás intentando hacer en este momento. Enfrentar la ‘fritura’ con la propias manos.
Con un suspiro, ella entendió. Y se puso de acuerdo;
- ¡Si, tienes razón!....
- Piense bien, nosotros no tenemos como enfrentar evitar la ‘fritura’ financiera, o familiar, sea cual fuera. Necesitamos enfrentar, inevitablemente. Pero no necesitamos quemar las manos. Tenemos maneras, espumaderas a nuestro al alcance de las manos con todo eso que está te preocupando.

Y por fe, colocada por Jesús en nuestras manos, lo mejor, en nuestro corazón, que podemos mirar de un modo diferente para nuestros días. No para huir del calor de las responsabilidades, mas para enfrentar bien aparejados. Puede haber un respingo de aceite aquí, o algo un poco quemado allí. Pero sin duda es mejor ser seguro. Orientación y seguridad para no estar desatento.

Es así que se hace. Sea la temperatura, grado de fidelidad el tamaño de desafío que eso significa.



Traducción:
Pastor André Luiz Muller
Canoas, RS, Brasil

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