Pie en el Freno

¿Qué hacemos si el trafico rápidamente se pone lento, si la decida es muy íngrima, un perro cruza la calle o un niño corre detrás de una pelota?
Pie en el freno.

¿Qué hacemos cuando recibimos una información nuevísima, una noticia en partes o una oportunidad de juzgar?
¿Pie en el freno?

Bueno, no siempre es así…

Nuestra lengua e nuestras manos en muchas situaciones son más rápidas que nuestro freno y cuando miramos, ya pasamos adelante una historia que debería tener más atención o cuidado. No somos buenos con el freno. Nos gusta más el acelerador. Y también de los cambios para aumentar la velocidad, descuidando de  los peligros que nos pueden hacer derrapar. Más hay horas que es necesario ir al freno. Con fuerza, con convicción. Para evitar atropellar el buen trato de la razón.

Pie en el freno fue lo que Jesús hizo cuando entrego su vida por la humanidad. Freno en el pecado, que guía a la estrada sin regreso. Y dio una nueva dirección, el camino que conduce a la vida. Él fue hasta el final en su obra de amor para que no hubiese duda u hoyos de indecisión: el amor del Padre es pleno y perfecto en nuestra dirección. Estando con El, el freno esta al alcance, y cuando olvidado, existe siempre la oportunidad de perdón.
La medida en que ponemos el pie en la carretera, vale la pena tener la mano en la consciencia y la prudencia en el corazón.



Pastor Lucas André Albrecht
Capellán del Campus, Pastor de la Congregación ‘San Pablo’ 
Canoas, Brasil



Traducción:
Rev. Walter T.Ries Jr.
Misionero Luterano en La Republica Dominicana

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